viernes, 14 de marzo de 2008

Síndrome de la clase turista, problema de salud pública

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido por primera vez la magnitud de este problema y su implicación en la salud mundial.
(Jano.es)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido por primera vez que el síndrome de la clase turista, relacionado sobre todo con los desplazamientos largos en avión, es un importante problema de salud pública al ser una de las causas de la trombosis venosa. Esta es una de las conclusiones del estudio Wright, promovido por la OMS, que evalúa la magnitud de este fenómeno y su implicación en la salud mundial.

Señala que, "en vista del aumento substancial de gente que realiza viajes largos en avión y que muchos de ellos posee uno o más factores de riesgo, la trombosis relacionada con los vuelos en avión constituye un importante problema de salud pública". Por lo tanto, antes de crear alerta recuerda que sólo existe esta posibilidad en determinados casos, teniendo en cuenta varios factores de riesgo.

El 77,2% de las personas a las que afecta la trombosis del viajero presenta uno o varios factores de riesgo. Entre estos factores el estudio reconoce que realizar viajes más de 4 horas e incluso varios vuelos en un corto espacio de tiempo, lo que acaba con el mito que asociaba el síndrome solamente a vuelos transoceánicos.

Asimismo, se consideran factores de riesgo tener un índice de masa corporal superior a 30 y altura superior a 1,90 metros o inferior a 1,60 metros. Además, según el Dr. Francesc Casals, hematólogo del Hospital Clinic de Barcelona y miembro del Comité Científico de la Fundación ESPREV, el perfil de la persona con riesgo moderado sería aquella que toma anticonceptivos orales, ha tenido traumatismos recientes o intervenciones quirúrgicas, tiene venas varicosas en las extremidades o está enfermo de cáncer.

Para evitar el síndrome, este especialista recomienda "no llevar ropa ajustada, colocarse calcetines compresivos, tomar ácido acetilsalicílico el día anterior al viaje y otro comprimido en los dos días posteriores y, sobre todo, hacer ejercicio con las piernas durante el vuelo para evitar la inmovilidad". No obstante, en el caso de presentar un riesgo elevado y sin tener en cuenta la duración del viaje, aconseja consultar al médico.

Además, para tener una mayor protección, sugiere andar después del viaje y tomar como mínimo ácido acetilsalicílico al día siguiente o mejor en días sucesivos, ya que "de esta forma disminuiremos la incidencia de la trombosis y la gravedad que ocasionaría el proceso si se produjese", sobre todo teniendo en cuenta que "puede aparecer hasta dos semanas después".

Estas recomendaciones, en palabras del Dr. Casals, servirían tanto "para personas que hagan un viaje en coche, autobús o tren de 6 horas como para personas que viajen en avión al menos 4 horas".

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