La búsqueda y acceso de información médica en Internet tanto de pacientes como de usuarios en general, se está consolidando como un proceso irreversible, eficiente y de alto valor añadido. Se espera que dicho proceso impacte significativamente en la provisión de servicios sanitarios al situar al paciente en el centro o foco de atención del sistema médico, habilitándole para conocer todas las opciones posibles con el fin de tomar las mejores decisiones en el cuidado y mejora de su salud. Este artículo especial publicado en The Economist, aboga por considerar aquellas herramientas englobadas en el concepto de Web 2.0 como palanca de cambio frente a los futuros retos del ámbito sanitario. Por un lado, permitirán hacer frente al cuidado de la cada vez más numerosa población de pacientes crónicos del primer mundo y, por otro, ayudar a los sistemas de salud de los países del tercer mundo a abordar la lucha contra aquellas enfermedades que actualmente son mortales. |
En el presente artículo, distintos profesionales exploran el potencial que las herramientas tecnológicas —comúnmente englobadas bajo el concepto Web 2.0— pueden llegar a generar en el ámbito de la salud. Entre dichas herramientas se encuentran los blogs de salud, los grupos online así como los portales del tipo peer-to-peer, entre muchos otros.
Para algunos —como por ejemplo la California HealthCare Foundation— la innovación propiciada por la eSalud se encuentra en el grado de expertise que pueden llegar a alcanzar los usuarios. El soporte mutuo y el hecho de compartir dificultades y experiencias a través de los portales y webs temáticas —entre otros mecanismos— permite a dichos usuarios acumular un conocimiento muy importante. Como apuntan algunos expertos, no sería ni siquiera comparable al que les podría proporcionar cualquier institución o empresa (considerando tanto la cantidad como la calidad de la información).
Igualmente, se espera que las posibilidades que ofrecen las herramientas tecnológicas en el campo de la medicina no sólo sean usadas por el grupo de pacientes internautas sino que además, se extiendan a otros colectivos. En esta línea los expertos corroboran que, una vez superadas las reticencias iniciales, colectivos —como el médico— respaldarán y utilizarán de forma activa las nuevas herramientas online. Asimismo, la suposición de la existencia de reticencias por parte del colectivo médico se ha basado históricamente en la consideración que el cambio de un modelo médico-centrista, a otro centrado en el paciente, les supondría una pérdida de protagonismo.
Otros profesionales —como Neil Seeman, de la Universidad de Toronto— consideran que el impacto más destacado que genera la medicina digital se encuentra en la nueva forma de generar líderes de opinión. En la actualidad, gracias a las herramientas Web 2.0, la opinión de las personas que sobresalen en el entorno de Internet tiene un impacto inmediato y mucho mayor en relación al que se hubiera podido esperar.
Steven Case —ampliamente conocido por haber fundado la empresa America Online— pronostica que el cambio más significativo que se dará en el contexto de Internet y de las tecnologías digitales en los próximos años, estará relacionado con el ámbito de la salud. Así, algunas de las empresas que ha fundado —como Revolution o Revolution Health— intentan posicionarse en ésta línea. A modo de ejemplo, Revolution tiene como misión dar a sus usuarios las mejores opciones y control en aspectos importantes de su vida como la Salud o los Servicios Financieros. Revolution Health, en la misma línea, se centra en proporcionar la información y las herramientas necesarias para que éstos puedan emprender las mejores acciones con el propósito de mejorar su salud.
Sin embargo, una de las conclusiones más destacadas del artículo es que nos encontramos más próximos a una reforma significativa, que frente a un cambio radical. Parafraseando a los expertos, no se podría hablar propiamente de una revolución en el ámbito de la salud debido a que gran parte de las prácticas médicas, continuarían realizándose de la misma forma. En todo caso, podemos estar seguros que las mejoras que introduce el nuevo modelo estarán en condiciones de hacer frente, de una forma mucho más efectiva, a los retos de presente y futuro del entorno sanitario. Esto es, por un lado, la mejora de la gestión y atención de los pacientes crónicos (principalmente de los países más desarrollados) y por otro, la lucha contra aquellas enfermedades que actualmente devienen mortales en los países subdesarrollados.
Referencia bibliográfica
The Economist. (16 de Abril de 2009) Health 2.0. Edición impresa. The Economist [19 de abril de 2009]. Disponible en: http://www.economist.com/specialreports/displaystory.cfm?story_id=13437940
Acceso al documento original
No hay comentarios:
Publicar un comentario