Josefina Giancaterino Stegmann
Secretaría Plataforma Española de Tecnologías para la Salud, el Bienestar y la Cohesión Social-eVIA-AMETIC, Madrid (España).
Resumen/Abstract
Según el informe sobre la Sociedad de la Información en España del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones, nuestro país se sitúa en el cuarto puesto (95%) del ranking europeo de hogares con conexión a internet a través de banda ancha. Además, el estudio concluye que la cifra de individuos de 10 y más años que han utilizado Internet en alguna ocasión alcanza los 26, 9 millones. A simple vista, estos números nos hablan de un fenómeno que se ha generalizado y que indica que seguirá en crecimiento. Pero si analizamos minuciosamente quién accede a internet y si se tienen o no dificultades a la hora de hacerlo, los números llaman la atención pero no por su magnitud sino por la preocupante brecha digital que revelan.
Introducción
¿Es Internet la puerta de acceso al mundo del conocimiento? ¿La generalización de su uso hará que las sociedades sean más libres y democráticas? Estas son preguntas inevitables de plantear en la era digital en la que estamos inmersos. Hay quienes ven este esperanzador futuro en el desarrollo de la llamada Web 2.0: Una nueva forma de interacción entre los usuarios y la web mediante la cual la comunicación se vuelve bidireccional: no solo se recibe información sino que también se produce; los usuarios son receptores y también emisores de contenidos.
Los más escépticos no solo niegan estas posibilidades de la red sino que incluso consideran que las nuevas tecnologías más que liberarnos, nos convierten en cautivos. Los argumentos son varios: la sobreabundancia de información desinforma; no invita a la reflexión sino a la confusión; se ejerce un mayor control sobre la población, etc.
Los supuestos a favor y en contra tienen peso, pero aún así hay algo que no puede negarse: internet es una realidad. Una realidad sin precedentes y que tiene visos de seguir creciendo. Por lo tanto, no se le puede dar la espalda. El problema radica en que muchos de quienes lo hacen, no son los escépticos sino quienes no tienen posibilidad de acceso: las personas mayores.
Los supuestos a favor y en contra tienen peso, pero aún así hay algo que no puede negarse: internet es una realidad. Una realidad sin precedentes y que tiene visos de seguir creciendo. Por lo tanto, no se le puede dar la espalda. El problema radica en que muchos de quienes lo hacen, no son los escépticos sino quienes no tienen posibilidad de acceso: las personas mayores.
De acuerdo con el informe del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones, apenas llega a un tercio la población de 55 a 64 años que tiene acceso a Internet y poco más de uno de cada diez pensionistas se ha conectado alguna vez.
El informe también deduce que existe una relación inversa entre la variable edad y el porcentaje de usuarios a internet: a mayor edad menor porcentaje de internautas. El 95% de los jóvenes de entre 16 y 24 años se ha conectado alguna vez a la red. El perfil genérico del internauta lo conforman hombres, de entre 16 y 24 años, estudiantes y personas con estudios universitarios.
Estos datos se ven confirmados por el informe presentado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio junto con la Fundación Vodafone España: “Los mayores antes las TIC. Accesibilidad y Asequibilidad”.
De acuerdo con este estudio, la proporción de usuarios que utilizan Internet supera el 20% en la franja de edad de 65 a 69 años, desciende en torno al 12% en el caso de los que tienen entre 70 y 74 años y se sitúa muy por debajo del 10% para el segmento de 75 a 79 años. Por sexos, existe una distancia relevante a favor de los hombres que está relacionada con las mayores posibilidades de acceso previo a la formación necesaria.
La Brecha Digital
Estos datos parecerían hacer referencia a la llamada “brecha digital”: hay un sector de la población que no goza de las posibilidades de acceso a la web ni a las Nuevas Tecnologías.
Sin embargo, la brecha digital no se traduce para algunos en “una amenaza” puesto que consideran que no representa la realidad. Así lo transmite Juan Antonio Abascal, Facultativo Especialista de área del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa”; Vicepresidente IV del Colegio Oficial de Médicos y Director del Centro de Estudios y Desarrollos Sanitarios: El término brecha digital, como otros, ha hecho fortuna; supongo que hay una correlación entre este término y el no-uso o poco uso de internet por las personas mayores de 65 años. No es que haya brecha digital es, simplemente, que estas personas “delegan” en familiares jóvenes o simplemente no ven la necesidad de usarlo. Más que brecha digital yo usaría el término tecnoecología.
Sin embargo, no son pocos los que creen en sí existe una brecha digital. Así lo transmite Carlos de Castro Lozano, profesor de la Universidad de Córdoba y Presidente del Consejo Administración del Centro de Producción Multimedia para la TV Interactiva: Por supuesto que es una realidad la brecha digital. EATCO (Enseñanza y Aprendizaje por Tecnología de la Comunicación, grupo de investigación dirigido por Carlos de Castro) lleva trabajando en intentar reducir la brecha digital desde el principio de su constitución. Mas del 45% de españoles aún no utilizan o rechazan las TICs e Internet, por la complejidad de sus interfaces o por tecnofobia.
El Nativo y el Inmigrante Digital
Como cita Alicia Feliciano, autora del libro ¡Socorro, quiero ser digital!, el sociólogo norteamericano Marc Prensky, acuñó el término “nativo digital” para todos aquellos niños que nacieron en la era de la informática. En el lado opuesto se encuentran los “no nativos”, aquellos de más de 25 años, que no han nacido “con internet bajo el brazo”. El sector no nativo es muy amplio y el conocimiento y acceso que se tiene de internet varía mucho. El caso de las personas mayores es el más extremo. De hecho, en España el porcentaje de internautas por edad es del 13,4 % en el caso de las personas de entre 65 a 74 años como indica el informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones. En este sentido, Alicia Feliciano asegura: Las personas mayores están entrando al mundo de internet a través de los nativos digitales, a través de sus nietos. Son ellos los que están tirando de los abuelos para que usen internet. Los nativos digitales están tendiendo una mano a ese nicho que se está quedando más descolgado.
De todas maneras, interesa saber qué se está haciendo desde las empresas y la Administración para facilitar el acceso. En este sentido, Feliciano comenta: Las grandes compañías de telecomunicaciones en España están sembrando el país de antenas para poder dar cobertura, si no de telefonía fija, sí de telefonía móvil para poder salvaguardar los nichos de población que todavía quedan por cubrir. Para los personas mayores también hay muchas iniciativas en cuanto a accesos desde teléfonos con pocos números, pantallas más grandes, dispositivos adecuados… porque el teléfono ha variado tanto en tan poco tiempo que conseguimos reducir su tamaño a medida que aumentamos su potencia, pero claro, en el caso de las personas mayores que van perdiendo agudeza visual con la edad, esto no les vale. Sí que hay iniciativas importantes por parte de las tres operadoras que trabajan en España de conseguir dispositivos de acceso a la red aptos para personas mayores.
Una apuesta muy ambiciosa para lograr que “ese 45%” no conectado a Internet empiece a hacerlo es el llamado iFreeTablet, diseñado por EATCO de la Universidad de Córdoba; la Fundación Red Especial España (FREE) y la Asociación de Entidades de Tecnología de Apoyo para la Autonomía Personal (AETAP), en colaboración con las empresas de base tecnológica CPMTI S.L. y CIMA S.L. (Centro de Innovación Multimedia y Animación). Carlos de Castro define al iFreeTablet como Una tableta (slate) compuesta por una pantalla táctil, que con un sistema operativo en software libre (SIeSTA) accesible y usable, permite a cualquier persona, independientemente de su discapacidad, interactuar fácilmente con el ordenador. Con un único interfaz se puede acceder a cualquier tipo de e-Servicios: Ocio, Teleformación, Teleasistencia, Telemedicina, Teledemocracia, Control domótico, etc.”
Desde la Administración Pública, cabe mencionar lo que se está haciendo, por ejemplo, desde el Gobierno de la Rioja junto con la Agencia del Conocimiento y la Tecnología que impulsan el plan "i-mayores" para poder formar a este sector de la población en lo referente a correo electrónico, telefonía IP, redes sociales, etc. Se ha logrado que alrededor de 500 personas mayores de 23 municipios riojanos participen en las actividades formativas sobre internet.
Otras iniciativas similares son los telecentros en los que un dinamizador enseña a dar los primeros pasos en el mundo de la red. Si bien se fomentan para las zonas rurales, son muy válidos también para las personas mayores. En el mundo existen más de 200.000 telecentros y en España se han superado los 6.500.
Sin embargo, más necesario resulta saber cuál es la posición u opinión de las personas mayores respecto a la red. En este sentido, el mencionado informe Los mayores antes las TIC. Accesibilidad y Asequibilidad da algunas pistas: Los mayores reconocen en la tecnología una serie de valores: libertad e independencia personal; seguridad, que supone una cuestión clave para las personas mayores; conexión con el mundo y comunicación. Respecto a Internet, destacan la importancia que tienen la formación, que ha de ser personalizada en función del perfil del usuario, y el contexto familiar, clave en el impulso necesario para acceder a Internet. Este es un proceso que las personas mayores inician con “temor” e “inseguridad” pero en el que van adquiriendo confianza desde la formación específica. Las limitaciones al uso de Internet, se agravan con el desconocimiento de las redes sociales, chats y blogs, y el miedo a comprar en la red y registrarse en páginas en las que haya que dar información privada. En general, los aspectos que tienen que ver con el acceso (aprendizaje y conexión) no han supuesto ningún obstáculo para los usuarios de Internet. Sin embargo, el grado de conocimiento de Internet entre los no usuarios es muy bajo: menos del 25% declara conocer algún aspecto de Internet y menos del 10% de los no usuarios creen que se conectarán, seguros o casi seguros, a Internet.
Usabilidad o Accesibilidad
La usabilidad es la que pretende facilitar el acceso a todos. La accesibilidad se refiere a las personas con discapacidad, explica Carlos de Castro Lozano.
"Estos términos son claves para comprender una realidad que no se puede soslayar.
Si pese a los datos, todavía se pone en duda la existencia de la brecha digital ¿no habrá, de todas formas, que tomar medidas para hacer la red más usable?
Nos referimos a personas mayores y también a personas con discapacidad o en riesgo de exclusión pero, ¿qué sucede con la población que no tiene acceso por otros motivos como desconocimiento o “tecnofobia” o, incluso por falta de recursos económicos? ¿No deberían centrarse los esfuerzos en hacer de la web una herramienta para “Tod@s”?
"En este sentido, Juan Antonio Abascal apunta: “los espacios Wifi han eliminado el canon y, por tanto, abaratado el mantenimiento de equipo y facilitado la conectividad; el precio del portátil ha bajado y el mercado, fiable, de segunda mano, ha mejorado sustancialmente. Creo que en poco tiempo si podremos hablar de acceso universal. Hoy, mientras haya pensiones de 350 euros es difícil”.
"Por lo tanto, Internet y los medios para acceder a él deben ser fáciles de usar; accesibles, usables en todos los sentidos, incluyendo el económico. Tal vez en ese momento podamos hablar de la red como un instrumento, no que contribuya a la democracia porque el camino para lograrlo va más allá del mundo “virtual”, pero sí que fomente la tan ansiada “igualdad de oportunidades”.
Fuentes Consultadas
- Fundacion Vodafone España.
- Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI).
- www.elpais.com.
- www.abc.es.
Artículo recibido en: febrero 2011
Artículo aceptado en: febrero 2011
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