martes, 3 de mayo de 2011

LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA EN LA SALUD Y SEGURIDAD OCUPACIONAL

La salud ocupacional es generalmente vista en los países de América Latina como un elemento más de la acción del Estado, de la política social de una determinada administración o de un elemento de convocatoria al elector. Sin embargo, es mucho más que eso, en la nota que presento fruto de mi experiencia cotidiana presento la visión desde adentro de la empresa, que es complementaria y no excluyente para un real análisis de la situación.


LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA EN LA SALUD Y SEGURIDAD OCUPACIONAL

Dentro del concepto de Calidad Total en los procesos productivos y en el producto final, es básico procurar la máxima calidad del equipo humano. Por ello podemos decir que la estrategia de la organización debe contener inherentemente al factor de la salud ocupacional. Pero, en primer lugar debemos definir lo que entendemos por "Estrategia". En general podemos decir que es una herramienta de dirección que facilita procedimientos y técnicas con una base científica, que empleadas de manera iterativa y transfuncional, contribuyen a lograr una interacción proactiva de la organización con su entorno, coadyuvando a lograr la efectividad en la satisfacción de las necesidades del público objeto a quien está dirigida la actividad de la misma.



E. Saravia. (Seminario del CLAD. 1994) nos decía que "La frecuencia e imprevisibilidad con que se suceden cambios en el contexto tornan hoy invariables las prácticas de la planificación tradicional, tan exitosa en muchos países hasta comienzos de la década del sesenta. La gestión estratégica ha ocupado el lugar del planeamiento estratégico. Los gerentes, públicos o privados, deben estar capacitados para enfrentar los temporales evitando riesgos y aprovechando oportunidades. ". La estrategia de la Salud y Seguridad ocupacional, en el ámbito del proceso de mejora continua, debe otorgar así una relevancia muy particular a fomentar el desarrollo y la puesta en práctica, prioritariamente, de nuevas acciones en el sector. Estas acciones se orientaran hacia las áreas con peores resultados evidenciados, y centrados en los riesgos más corrientes, así como en los trabajadores más vulnerables. La definición de dichas estrategias se basaran en una evaluación detallada de la situación interna, con la participación activa y la consulta de todas las partes interesadas, en particular los interlocutores sociales.
Prestándose una atención especial a cuatro ámbitos específicos: incrementar la eficacia preventiva de la vigilancia de la salud, actuar a favor de la rehabilitación y la reintegración de los trabajadores que hayan padecido un accidente de trabajo, una enfermedad profesional o una discapacidad, hacer frente a los cambios sociales y demográficos como lo es la variación etaria tan sensible a nuestra realidad, y reforzar la coherencia entre todas las políticas de la Empresa que puedan repercutir, directa o indirectamente, en la salud y la seguridad de los trabajadores.
Pero un aspecto fundamental, ocupa un lugar destacado, es la promoción de los cambios en el comportamiento. Una estrategia dirigida a promover una cultura de prevención debe estar dirigida a todos los componentes de la Organización, en este sentido la orientación es crear una cultura general, que conceda la máxima importancia a la prevención en salud y a la prevención de riesgos. En esta perspectiva, la integración de la Salud y la Seguridad en los programas de educación y formación a todos los niveles y en todos los ámbitos tiene una importancia capital.
Es evidente que la empresa al invertir en la protección de la salud de sus trabajadores a través de las políticas de prevención activas obtiene resultados que pueden medirse mediante distintos indicadores como ser 1) reducción de los costos debidos al absentismo, 2) disminución de la rotación del personal, 3) mayor satisfacción de los clientes, 4) incremento de la motivación, mejora de la calidad y mejor imagen de la Empresa. Esos efectos positivos pueden reforzarse fortaleciendo a los trabajadores, en un entorno de trabajo sano, facilitando hábitos de vida que mejoren su estado de salud general.
La estrategia debe plantear claramente la importancia de incrementar el "capital salud" de los trabajadores, y de fomentar la sensibilización sobre tales aspectos dentro de la empresa. Ello supone una visión innovadora, que está en línea con las tendencias actuales en este ámbito. Dentro de este contesto la identificación y evaluación de nuevos riesgos potenciales en el mundo del trabajo, como son las llamadas nuevas tecnologías, requieren desarrollar una atención particular, se deben considerar ciertas áreas prioritarias, tales como los riesgos potenciales relacionados con las cuestiones psicosociales y los trastornos osteomusculares. La estrategia debe, dentro de este contexto dedicar una atención específica a la promoción de la salud mental en el trabajo. Recordemos que la OMS estima que, de aquí al 2020, la depresión será la principal causa de incapacidad laboral, a lo que debemos sumar el incontenible avance de la adicción. El lugar de trabajo puede ser indiscutiblemente un lugar privilegiado para la prevención de trastornos psicológicos y para la promoción de una mejor salud mental y en última instancia de la salud de la comunidad en general.

Dr. Dámaso Tor

Posts Relacionados



No hay comentarios: